17/11/2024
6/5/2013

Calentamiento – Estiramiento – Flexibilidad

Calentamiento – Estiramiento – Flexibilidad

Algunas personas creen que el estiramiento y el calentamiento son más o menos lo mismo. No lo son: A través del calentamiento te preparas para la actividad física que vas a realizar después. Un calentamiento adecuado puede ser correr en el sitio unos minutos. El calentamiento debe preceder siempre al estiramiento, ya que estirar los músculos fríos puede producir lesiones musculares.

Los estudios realizados sobre los beneficios del estiramiento han ofrecido resultados concluyentes. El estiramiento puede ser muy útil. Sus defensores advierten de lo positivo que es este ejercicio, ya que aporta un aumento de la flexibilidad, o lo que es lo mismo, de la amplitud de movimiento en la musculatura y de las articulaciones, mejora la coordinación muscular, reduce el nivel de tensión del tejido muscular y mejora el nivel de circulación de la sangre.

A la hora de estirar debemos centrarnos en los principales músculos y articulaciones del cuerpo (las piernas, las caderas, la espalda, el cuello y los hombros), que serán probablemente los que participen en la posterior actividad que realicemos.

Los ejercicios de estiramiento deben realizarse lenta y suavemente. Los ejercicios realizados de manera rápida o brusca pueden ser contraproducentes, no deben exponernos a una tensión excesiva, podemos sufrir desgarros. En esos casos, aunque el músculo ‘se cura’, puede dejar tejido cicatrizal, lo que hace que se estreche aún más el músculo, pudiendo acarrear a la larga menos flexibilidad y dolor.

El ejercicio no debe ser doloroso, pero el estiramiento puede causar dolor muscular durante unos días. Este dolor es señal de que la persona ha estirado demasiado.

Hay que actuar con cautela. En ciertas circunstancias debemos de abstenernos de realizar estiramientos. Si tenemos la sensación de tener tensos algún músculo o ligamento, estirarlos nos puede causar aún más daño. El estiramiento también debe evitarse cuando una articulación o un músculo está inflamado o lesionado, o si sentimos un dolor agudo.

Con la edad perdemos flexibilidad.  Es inevitable y suele ir acompañada por una disminución en la capacidad funcional, en la coordinación y de un aumento en el riesgo de lesiones. Pero lo cierto es que la pérdida de flexibilidad en los adultos es más el resultado de la falta de un adecuado uso de la musculatura.

Se recomienda participar en entrenamientos de flexibilidad de 2 a 3 días por semana, manteniendo cada estiramiento durante 10-30 segundos y realizando repeticiones.

‘Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito’.

Tito Livio

Diana González Abarisqueta, Entrenadora Personal de Infinit Fitness

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