No hay dos mamás, ni dos mujeres iguales, desde el cuerpo hasta el parto, pasando por la recuperación y el proceso de curación.
Pero cuando una mujer se siente lista para comenzar a hacer ejercicio después del parto, las reglas generales son prácticamente las mismas para todas.
Hay que esperar a que el cuerpo esté totalmente curado, se recomiendan unos 40 días como mínimo. Debe ser un profesional médico quien autorice el comienzo de la actividad.
Para comenzar debes aumentar gradualmente tus niveles de actividad a medida que vayas fortaleciendo y te sientas más cómoda.
Esta progresión gradual puede ser caminar a diario con el bebé en un carrito, o montarte en la bicicleta estática del gimnasio con una rutina de resistencia ligera (no de spinning). Una vez que tu médico te dé el visto bueno, hay algunas cosas que deberías hacer para garantizar que la transición al ejercicio sea lo más fluida posible. Recuerda que prepararte mentalmente también es imprescindible.
Los ejercicios con tu propio peso corporal, una vez que reanude tu actividad física, son una excelente manera de volver a estar en forma. Por ejemplo, sentadillas con tu peso, las sentadillas en la pared, ejercicios del suelo pélvico y respiración profunda del abdomen.
Puede que te des cuenta que has perdido mucha fuerza en el core, pero tranquila, no será así para siempre porque comenzarás a reconstruir tu musculatura y te fortalecerás.
Si prefieres pesas, levantar cosas más ligeras de lo normal durante algunas semanas, evitando la acumulación de presión en tu abdomen, también es excelente y una buena manera de acostumbrar a tu cuerpo a levantar peso.
Si lo tuyo es el cardio, la bicicleta estática, con bajo impacto y movimientos suaves, es una excelente manera para volver al entrenamiento y desarrollar tu capacidad aeróbica.
No obstante, si te das mucha prisa e intentas volver directamente al nivel en el que estabas, hay una gran posibilidad de que puedas causar daño a tu cuerpo y ralentizar el proceso, o incluso causar daño a largo plazo.
Escucha a tu cuerpo, si crees que puedes probar algo un poco más desafiante, pruébalo, pero tómalo con calma y supervisión de profesionales médicos y del sector fitness, como entrenadores personales.
Además del hecho de que tu cuerpo todavía se está recuperando de una gran cantidad de estrés, es probable que no hayas estado físicamente activa durante bastante tiempo.
Date tiempo para recuperarte, y evita tomarte el ejercicio como un factor estresante, sino un camino que disfrutes para recuperar, e incluso mejorar, tu forma y estado físico antes del embarazo.
Héctor Moreno.
Entrenador Personal del centro Goya