MANERAS DE LLEGAR
La felicidad está en conectar con las pequeñas (grandes) cosas que trae el día a día a nuestras vidas. En lo cotidiano, y, sobre todo, en esa limitada pero posible parte que sí depende de nosotros, que escapa al azar.
Ahí, en ese pedacito nuestro, en ese pequeño (gran) mundo que sí controlamos y que nos ofrece una buena porción de plenitud, entra el bienestar conseguido a través del cuerpo. Sí, esas sensaciones que nada nos puede robar con las que salimos del gimnasio.
Pero ¿qué pasa cuando el propósito se queda siempre en propósito y nunca llega a ser una realidad? ¿Tal vez nos impusimos objetivos demasiado grandes? ¿Puede que nuestro plan tuviera demasiado de ficción? ¿No podemos entrenar todos los días y decidimos que entonces mejor no hacer nada? O ¿somos de los que entrenan dos horas o ni se molestan? ¿Qué es mejor: quince minutos diarios o dos horas al mes? Más aún: ¿qué es mejor quince minutos al día o nada? Porque no siempre más es sinónimo de mejor.
Pues bien, justo ahí, en lo posible y en lo aparentemente pequeño reside el secreto de los propósitos convertidos en realidades. Y es que si la propuesta es encontrar treinta minutos tres veces a la semana para empezar es mucho más factible el éxito. En Infinit lo sabemos y por eso uno de nuestros planes estrella es el Total 30; o lo que es lo mismo, una rutina para hacer en media hora y salir con el cuerpo totalmente trabajado. Y por supuesto, las benditas endorfinas recompensando el trabajo. Porque el resultado no depende de las circunstancias, depende de nosotros y nuestro hábito de hacer ejercicio.
Los expertos lo saben, y por ello cada vez se adaptan más los planes de entrenamiento y las clases a tiempos más breves, pero no por ello menos efectivos.
Otra de las claves para lograr hacer ejercicio es no dejar espacio a la improvisación, seguir una rutina que además de divertirnos y ser diferente nos permita medir los resultados. La motivación necesita resultados y para ello es importante medir las marcas para ir comparando la evolución. Eso sí, sin prisa, porque es totalmente irreal y motivo de abandono creer que en cuestión de días nuestros cuerpos se transformarán y el hábito se afianzará.
Entre los clásicos 21 días que se creía que se tardaba en crear un hábito y los más de sesenta que nuevas corrientes citan como más realistas para adoptar firmemente un hábito cada cual encontrará su momento. Ese en el que ya siente que es parte de su vida, la parte buena de su día a día.
Y como de asegurar el objetivo se trata, no olvidemos buscar un entorno adecuado, con lo que necesitamos, y si podemos estar y compartir con otros este rato, mejor todavía. Ahí también podemos evitar la monotonía si nos preparamos una buena selección de música para escuchar mientras seguimos el plan.
¿Empezamos a entrenar? En Infinit te estamos esperando. Por eso abrimos 24 horas los 7 días de la semana los 365 días del año.
Por los sueños posibles y la alegría más real.
Paula Arenas