En este sentido, el ejercicio físico y el deporte, el fitness, la nutrición y ciertos hábitos que creemos saludables, se ven alterados por lo que realmente sucede en nuestro cuerpo cuando lo llevamos a cabo.
Si acudimos a la bien avenida para estos casos, Wikipedia, y tecleamos Leyenda urbana en el buscador, nos viene a dar ciertas definiciones y explicaciones de lo que se considera Leyenda Urbana. Expresión de origen inglés, de todas las definiciones existentes, existe una anotación que me llama especialmente la atención: en inglés se la conoce
1. ¨Quiero perder aquí y aquí, no aquí¨
No sirve de nada hacer 500 abdominales diarios si quiere perder grasa localizada en el abdomen. El cuerpo funciona de manera global y no por sectores, como se puede llegar a creer. Para ello, necesitamos aumentar el gasto energético del cuerpo, mediante ejercicios globales que impliquen un gasto calórico mayor, mover grandes cadenas musculares y un mayor número de grupos musculares.
Esto es muy simple, si sale más de lo que entra, estaremos adelgazando, de lo contrario, nuestro esfuerzo será en vano.
2.¨Tengo que entrenar todos los días, al menos una hora y media por día¨.
Rotundamente no. Debería ser la primera o la segunda lección cuando entras a una sala de gimnasio, el cuerpo mejora durante el descanso, durante la recuperación, en la oficina... en definitiva, cuando no estás entrenando. Mientras entrenas, sometes a tu cuerpo a estrés físico y mental, donde le aplicas un estímulo de mayor o menor intensidad que altera su homeostasis natural. Es cuando sales por la puerta del gimnasio, cuando todo lo que has hecho en el gimnasio empieza a tener importancia. A éste término se le conoce como Entrenamiento Invisible, todo aquello que no haces (aparentemente) y que es igual o incluso más importante que el entrenamiento en sí, la alimentación, el sueño, el trabajo, el estrés, la recuperación, etc. Todo importa, todo suma.
3.¨Yo sólo hago aeróbico para estar en forma¨
Debes saber que el cuerpo presenta cualidades físicas básicas (resistencia, fuerza, flexibilidad y velocidad) y otras específicas (agilidad, elasticidad, potencia, etc.) de las cuáles no se puede entender el término ¨estar en forma¨ sin poner en práctica todas ellas. La evolución física del ser humano, hablamos a su mayor nivel y en términos generales, se produce entre los 20 y los 35 años. A partir de ahí, todos éstos términos se van perdiendo en el tiempo de forma natural, si encima, no le dedicamos un rato a la semana para frenar dicha involución, estaremos creando sobre nosotros mismos una persona con problemas de movilidad, fuerza y/o flexibilidad en un futuro no muy lejano.
4.¨Para quemar grasas, yo hago 1 hora de ejercicio cardiovascular de baja intensidad¨
Es cierto que con los ejercicios de baja intensidad y larga duración, el cuerpo utiliza principalmente el oxígeno y las grasas como principal motor de energía, pero, es durante el ejercicio de alta intensidad y corta duración, donde el cuerpo quema mayor número de calorías y a pesar de ser la glucosa la principal fuente de energía para éstos casos, a la larga, la incidencia sobre el tejido graso subcutáneo, visceral, etc. será mayor que en el trabajo de larga duración y baja intensidad, debido principalmente, a todo el trabajo metabólico y hormonal que lo sustenta.
5.¨Cuánto más sudo, más peso estoy perdiendo¨
Con el sudor no se pierde más que líquido, éste es un error muy común y demasiado extendido. El sudor es un mecanismo termorregulador de nuestro cuerpo para, si hace mucho calor o la actividad física eleva nuestra temperatura corporal, mantenernos en la temperatura adecuada y saludable. Por eso, de nada servirá que llevemos más capas que una cebolla o que recurramos a una faja de plástico o un chándal ¨quemagrasas¨. Con ello perderemos kilos, sí, pero los recuperaremos tan pronto como bebamos un poco de agua.
6. ¨No bebo más agua que me da flato¨
El flato es el dolor del músculo diafragma generado normalmente por la falta de oxígeno y de aporte sanguíneo propio del ejercicio físico. En éste caso, nada tiene que ver ese dolor asociado a tomar excesivamente agua, simplemente, nos está avisando que padecemos una insuficiencia de nuestros músculos respiratorios a consecuencia de una mala respiración, en definitiva, algo estamos haciendo mal
Con estos errores comunes en cualquier sala de gimnasio, quiero promover la información y el asesoramiento del entrenador por encima de cualquier ¨desinformación¨ que podamos obtener por cualquiera de los otros medios, y que únicamente nos crean falsos mitos y nos desvían del objetivo real que nos marcamos una vez nos hemos inscrito en el gimnasio.
Juan Francisco Ramírez Luis
Lead Trainer Infinit Studio